Con el confinamiento en casa, la actividad de la familia tiene límites de espacio y de organización que afectan a la convivencia y al establecimiento de rutinas. Por eso, repasamos los tips que comparte Sílvia Solana, la nutricionista que revisa nuestros menús, y compartimos un artículo del Portal Faros del Hospital San Juan de Dios, que nos recuerda algunas pautas:
- Seguir unos horarios que marcarán las horas de sueño y de alimentación que nos ayudarán a regular el reloj biológico, encontrando momentos de relax, de movimiento, de actividad de trabajo o deberes y de ocio familiar.
- Encontrar un equilibrio para seguir una buena alimentación y movimientos del cuerpo, a través de propuestas que circulan para hacer estiramientos, ejercicio y actividades de relajación.
- Fomentar la participación de toda la familia alrededor de la cocina, con la planificación de los menús de la semana, escribiendo la lista de la compra e introduciendo los niños en la elaboración de las comidas y cenas, siempre tomando las medidas higiénicas y el lavado frecuente de manos.
PEQUEÑAS ACCIONES PARA AUMENTAR EL BIENESTAR
Cualquier excusa es buena para movernos y evitar el sedentarismo: bailar, hacer estiramientos, hacer ejercicios de yoga o pilates que podemos encontrar en línea, seleccionar actividades motivadoras con los niños y niñas de casa.
Aprovechar la luz del sol, ya sea desde la ventana, balcón o jardín, como mínimo 20 minutos diarios.
Contar con un repertorio de aperitivos para que si picamos entre horas tengamos opciones saludables al alcance: palitos de verduras con puré de garbanzos o de verduras, palomitas de maíz naturales, anchoas con pimiento escalivado, queso y jamón salado, frutos secos tostados al horno o legumbres como los garbanzos.
Apoyarse en las recetas familiares, las de la época de nuestros abuelos o de los libros de cocina que tengamos por casa para probar nuevos platos.
BUENA DESPENSA DE LOS “TASTAOLLETES”
Compra de alimentos
- Apostar por alimentos de proximidad; siempre que tengamos oportunidad escoger que sean de productores locales, campesinos y ganaderos de la zona.
- Realizar la compra en las tiendas de barrio: carnicerías, pescaderías y fruterías y en mercados semanales al aire libre, que tienen menos acumulación de personas.
- Desinfectar todos los envases, alimentos y productos que entran en casa.
Raciones
Calcular las raciones siguiendo el método del plato que, recomendado por Faros y Fundación Alícia, consiste en elaborar un menú dividiéndolo en cuatro partes, de forma que dos partes sean verduras y ensalada, una parte proteína de calidad como pescado, carne, huevos o legumbres, y otra parte sean cereales, farináceos o fécula como patata o boniato.
Despensa de alimentos
Bien surtido, suficiente con un par de variedades de cada grupo de alimentos, con recursos para elaborar recetas saludables de la Dieta Mediterránea. Todo muy guardado en botes herméticos y muy etiquetados para saber de qué alimento se trata y su fecha de consumo preferente.
- Legumbres (lentejas, judías, garbanzos)
- Arroz integral y blanco, imprescindible como acompañamiento y para elaborar recetas de arroces
- Harina integral y blanca, uno de los productos más buscados estos días
- Pasta seca en diferentes formas y colores, para sopas, ensaladas y leche
- Bebidas vegetales
- Conservas de verduras (tomate, espárragos, olivas, pimiento, setas, etc.)
- Conservas de pescado (atún, sardinas en aceite de oliva, mejillones, etc.)
- Conservas de fruta (piña o melocotón) para hacer macedonia con fruta natural
- Frutos secos (pasas, almendras, nueces)
- Patatas y boniatos, que combinan con un montón de recetas
- Ajos y cebollas, la base de muchos platos
- Especies y hierbas aromáticas, ideales para potenciar los sabores de los alimentos
- Azúcar y sal
- Aceite de oliva, tanto para cocinar como para aliñar
- Vinagre, contribuye a la conservación y podemos hacer escabeches
- Miel, para endulzar platos, yogur o infusiones
- Limones y naranjas
- Chocolate, para degustar o hacer unos postres
- Café, té e infusiones
- Galletas, una caja siempre va bien
Frigorífico
Con una buena distribución podemos organizar bien la conservación de los alimentos refrigerados y, por eso, no nos podemos perder los consejos del Departamento de Salud para hacerlo con seguridad alimentaria
- Cajones inferiores: fruta fresca y hortalizas
- Estantes inferiores (más fríos): carne, pescado y mariscos, preferiblemente a un recipiente con rejilla en la base porque los líquidos que desprenden no estén en contacto con el alimento
- Estantes superiores (menos fríos): yogures, quesos, embutidos curados y alimentos cocinados y envasados como caldos o cremas de verduras
- Huevera: mantiene los huevos separados del resto de alimentos, en un espacio fresco y seco
- Puerta: bebidas, mermeladas, salsas, chocolate
Congelador
Un buen surtido de alimentos que, en el momento de descongelar, se tienen que seguir las instrucciones del envase y, en ningún caso, romper la cadena de frío porque no se desperdicien.
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- Verduras congeladas como judía verde, espinacas o salteado de verduras
- Legumbres como guisantes o habas
- Carne y pez congelado
- Platos cocinados por nosotros: guisos, estofados, cremas de verduras, sofreídos
- Pasta de hoja, brisa y de pizza