En los últimos dos cursos escolares se han entregado más de 7.000 de comidas a familias en situación de vulnerabilidad desde cocinas gestionadas por Campos Estela en escuelas de Castellar del Vallès y Rubí, a raíz de la participación de la empresa en el proyecto Recooperem, una iniciativa impulsada por el Consell Comarcal del Vallès Occidental y el Consorci per a la Gestió de Residus de la misma comarca.
Estos datos se han dado a conocer en una jornada de formación, organizada el pasado 7 de septiembre por el Consell Comarcal, el Consorcio, la Agencia de Salud Pública de Cataluña (ASPCAT) y la Agencia de Residuos de Cataluña (ARC), en la Fundación Alícia del Món Sant Benet, en Sant Fruitós de Bages.
El acto contó con una sesión formativa en seguridad alimentaria, una presentación sobre el proyecto de la Nevera solidaria, una visita a las instalaciones de Alicia y una master class sobre aprovechamiento alimentario que, al terminar, incluyó una degustación de las recetas. Algunos de los platos que se cocinaron a partir de fruta madura o restos de otras comidas fueron hamburguesa de legumbres, lasaña de lentejas, helado de plátano y fresas o albóndigas elaboradas con sardinas.
Al finalizar la jornada los equipos de cocina recibieron un diploma en reconocimiento a su contribución e implicación en el proyecto. La jornada contó con la asistencia de Ignacio Giménez, presidente del Consejo Comarcal del Vallès Occidental y alcalde de Castellar; Ricard Torralba, presidente del Consorcio para la Gestión de Residuos del Vallès Occidental y alcalde de Sant Llorenç Savall; Xavier Reinaldos, director adjunto de la Agencia de Residuos de Cataluña; y Cristina Pérez, subdirectora general de Coordinación de la Salud Pública.
El proyecto Recooperem tiene dos vertientes:
Social: mediante la equidad de la distribución de alimentos entre las personas más vulnerables.
Medioambiental: a través de la concienciación sobre el problema del despilfarro alimentario y la reducción de la generación de residuos.
Actualmente el proyecto Recooperem cuenta con la participación de las cocinas de 11 escuelas de 7 municipios y se trabaja para que otras poblaciones de la comarca se adhieran. El proyecto cuenta con el apoyo de empresas de restauración, ayuntamientos así como entidades sociales que participan en la logística de la distribución de comidas cocinadas con los máximos estándares de calidad y seguridad alimentaria.